Laura Giurgiu entró por primera vez en el mundo de la moda nupcial con la marca hermana de St. Patrick, Nicole.
Hoy es la diseñadora principal de St. Patrick, una marca que ha sido un referente para ella.
A continuación, Giurgiu nos cuenta su visión de St. Patrick y de cómo trabajar en la moda nupcial le ha permitido expresar su profundo amor por la alta costura.
¿Siempre has sido una persona creativa?
Siempre he sido una artista. Me presenté a todos los concursos de arte del colegio y gané muchos de ellos. Me enamoré de la pintura, y aún hoy sigo pintando.
Y al terminar al instituto ya había descubierto otra forma de arte: el diseño de moda. Gané el tercer puesto en un concurso de arte de escala nacional con el diseño de un vestido, y pensé: ¡se me da bien esto!
¿Cómo era?
Bueno, era un boceto de un vestido basado en principios arquitectónicos. Tenía muchas tendencias de la alta costura. Debería volver a verlo para inspirarme.
¿Cómo fueron tus inicios en la industria de la moda?
Hice un máster en diseño de moda en Bucarest y empecé a trabajar para Maria Lucia Hohan.
Aprendí mucho de ella, desde la venta hasta la gestión de un showroom. Con ella empecé a experimentar con la alta costura, ¡y me encantó! Mis primeros vestidos de novia los hice con ella.
Luego hice un viaje de dos semanas a Italia, a Turín, y me enamoré del país y de su cultura, ¡sobre todo de la comida!
¿Cómo empezaste a trabajar en Nicole?
Es una historia divertida. Al cabo de tres meses estaba de vuelta en Italia para empezar con la siguiente fase de mi carrera.
Pero poco tiempo antes, había visto en una revista una bonita campaña de los vestidos de novia de Nicole [la marca hermana de St. Patrick]. Pensé, ¡guau! Sería maravilloso trabajar en esta empresa.
Pero no fue hasta que entré en su oficina para la entrevista cuando realmente me di cuenta... Vi la misma campaña colgada en la pared. En ese momento me di cuenta de que era la empresa de la que me había enamorado años atrás.
Pensé para mi misma, ¡madre mía, estoy a punto de hacer una entrevista para el trabajo de mis sueños! El resto es historia.
Y después de nueve años trabajando para Nicole te nombraron directora de diseño para St. Patrick.
Sí, era un punto más en mi lista de deseos. Para mí, St. Patrick era una marca referente. Una marca enorme, una marca inspiradora.
¿Qué fue lo primero que hiciste cuando asumiste esta nueva posición en St. Patrick?
Lo primero que hice fue preguntarme cuál era la visión de esta marca. Para mí, ya era superglamurosa, supersensual. Pero sentí que necesitaba ideas nuevas. Así que aporté más de mi estilo, mi gusto y más innovación.
¿Cómo es la novia St. Patrick?
Alguien con sensualidad propia, que sabe que es una novia única y no necesita detalles sensuales para destacar. Los vestidos pueden parecer sencillos, pero cuando los miras de verdad, te das cuenta de que no lo son en absoluto. Descubres una infinidad de detalles en el vestido.
¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en la moda nupcial?
Lo bueno de la moda nupcial es que no es prêt-à-porter. No es como ir de compras a por las últimas tendencias. La moda nupcial te llega cuando tu pareja te hace LA pregunta. Entonces, como Alicia en el País de las Maravillas, entras en este fabuloso mundo nupcial.
¿En qué se inspira tu diseño nupcial?
En la alta costura, sin duda. Y en resaltar los detalles, como en la pintura. Uno de mis primeros trabajos fue en la lencería de alta costura, donde aprendí lo que son los corsés, las copas push up, etc. Estoy aplicando mucho de lo que aprendí en las nuevas colecciones.
Saco muchas ideas de los libros, de los tomos de historia de la moda nupcial, de los diseñadores famosos... ¡Este tipo de conocimiento es inmejorable, y me inspira!